viernes, 7 de agosto de 2009

Un fin de semana de Cenón

Una vez más La Caseta Azul ha apostado por las fiestas de San Zenón, esas fiestas con tanto arraigo en el mundo entero. Por este motivo, nos entregaron un cartel de las fiestas que este año formará parte de la decoración interior.
















Desde el viernes ya temprano, nos lanzamos a la calle para disfrutar del los encierros, pero en verdad lo que se buscaba era un buen bocadillo de lomo, salchicha o uno de chorizo picante de la madre del Luigi. Pasamos la tarde intentando conseguir una piscina para pasar el sofocante calor pero no conseguimos el objetivo. Así que nos fuimos a comprar la merienda para ir a los recortadores. ¡¡¡Que gran evento señores!!! ¡¡¡No tiene precio ver ese espectáculo y menos el que dio la única mujer recortadora de España!!! Acabado el espectáculo, fuimos a dar una vuelta y menuda vuelta. La noche se alargó por culpa de las pulseras USB que "daban" en la Clave.

Nos acabaría pasando factura al día siguiente...



Ya era sábado por la mañana y volvíamos al recorrido del encierro. Alguno estiraba con intención de correr hasta el momento en que sonó el cohete y la gente empezó a correr. Notamos el miedo y la tensión en el ambiente y pensamos que la mejor opción era subirse al último palo y recoger bien las piernas. Al término del encierro, la idea era: dormir o comer. En que momento pensaríamos en ir a comer... En ese momento surgió lo que ahora se conoce como: El Plan E de La Caseta Azul, es decir, ir de barra en barra, buscando los bares que por ser fieles a estas fiestas, rebajaban sus precios. Si ellos apostaban por San Zenón, nosotros apostamos por ellos. Pasamos por las barras de la gran vía, bajamos al bokerón y después de tanto boquerón rebozado pensamos: "¿Por qué no rematar la faena con unas escapulinas y un poco de pavi?". Acabamos haciendo el esfuerzo de ir a por los coches y subir a la barandica, eso sí, en buena compañía. El colofón final fue el baño que nos dimos en la huerta del Juan. ¡¡¡Muchas gracias Juan, tu si eres un amigo!!! ¡¡¡Y a ti también Pipo por esos granizados tan ricos!!!


































Parecía que no, pero llegaba el final del fin de semana, el último día del palo-culo, un día eterno para todos. Cansados, vimos pasar la charanga junto con el perro que creíamos muerto, el encierro, tomamos el último bocadillo de lomo y cada uno tomó su camino (casi todos el de la cama). Hacia las 7 de la tarde cerramos el fin de semana asistiendo fielmente, gracias a esos bonos con descuento, a la corrida de toros para tomar la última merienda y rematar las fiestas.






















Hasta el próximo año.

5 comentarios:

Semi dijo...

Pedazo de entrada, por lo larga, pero había que hacerlo jeje

Alarcon dijo...

No me canso de verlo!! es el resumen de un fin de semana muy duro pero se ha pasao ya...
xao xavales

Anónimo dijo...

Pero qué favorecidos salimos los miembros de la sociedad musical comiendo bocatas....sobre todo yo...


Fdo: Maravillas

Nano dijo...

Gran crónica...las caras que sacamos en las fotos lo mejor..bueno en este caso no se cumplió el dicho de que "la cara es el espejo del alma" ya que pese a nuestras caras de vencidos...nuestro espíritu fue de darlo todo en cada minuto de estas tradicionales fiestas...

Dicen que una vez un hombre corriendo delante de un toro descubrió un maravilloso vergel entre dos ríos...ese hombre se llamaba Zenón, y estableció allí la primera casa de un pueblo que se llamó Cehegín...los encierros son la historia viva de aquel momento!!

Manu dijo...

Jajajajaja. Historia viva de Cehegin!