jueves, 17 de diciembre de 2009

Crónicas del ecoparque. Capítulo III: Animales nocturnos

Si te marcas un farol, lo acabas pagando. Y así fue, allí estábamos nosotros, con nuestras pizzas a las 10 de la noche como unos campeones dispuestos a cenar, jugar al pro, ver ciervos,... a lo que fuera.

La noche pintaba bien. Después de cenar montamos un dispositivo tecnológico impresionante. La Xbox, un proyector y el pro 2010, ¿qué más se puede pedir? Pues si se podía pedir más. Como llevábamos todo el día sin ver animales, pues por qué no salir de noche a ver si encontrábamos alguno. Cogimos los abrigos, linternas, a los monitores y a darnos una vuelta otra vez por el parque. Aunque parezca mentira, inconveniente que teníamos para ver animales no era la oscuridad, ni mucho menos, era el Cosme . El tío no paraba de hablar y tirar piedras. Nadie se imagina el follón que pudo dar pero también hay que reconocer que nos reímos mucho.

Sin ver nada, volvíamos al campamento base y allí otra genial idea: "¿Por qué no hacemos tirolina nocturna?". Como íbamos lanzados, nos pusimos nuestros arneses y a la tirolina de cabeza. Cuando digo de cabeza lo digo literalmente porque la forma de bajar de algunos era un poema. Dejaba surcos en el suelo, la espalda llena de tierra,... ¡¡¡Un desastre!!! En próximo días pondremos los vídeos inéditos de latirolina nocturna.

Después de la tirolina, como no teníamos ganas de dormir pues nos dimos otra vuelta a buscar animales, aunque sinceramente, yo creo que esa noche más animales que nosotros no había en el parque porque no ninguno aunque esta vez si que escuchamos a un jabalí pero cualquiera se lo cree porque podría haber sido cualquiera de nosotros. Terminada la ruta por 3ª vez en todo el día, decidimos dormir. Sacamos los sacos, nos abrigamos y con una música de fondo, unos "delicados" ronquidos de los monitores, todo el mundo a dormir aunque eso si, unos más que otros.

El reloj marcaba las 8 y de fondo sonaba la canción de Blancanieves y los 7 enanitos cuando todos abrimos los ojos. Miramos a un lado y a otro y se escucha: "¿Dónde está el Nano?". El pobre se fue descalzo hasta su coche a dormir porque no podía pegar ojo de los ronquidos que habían. Lo que vino después fue una odisea con los coches. Pero después del mal rato que pasamos nos esperaban unos churros con chocolate que a esas horas vinieron estupendamente. Con la barriga llena, nos fuimos de camino a casa, ya estaba bien la tontería.

Así fue el día de los primeros pernoctadores del ecoparque (parque ecológico), un día muy completo que espero que podamos repetir pronto pero esta vez con alguna incorporación más.

2 comentarios:

Pipo dijo...

Al proximo me apunto,que no me creo que el Cosme diera tanto por culo...jaja

Anónimo dijo...

cosme se dice por hay que pesa sobre ti una maldicion de la cual no vas a escapar, ¿tu que sabes sobre esto?