Que gran cena la de anoche. Con motivo de los cumpleaños del Cosme y Jancker, fuimos a la huer Je para comernos un cochinillo. Si, un cochinillo.
Aperitivos varios, empanadillas dignas del mismo Jehová, buena compañía y comentarios que quedarán en el recuerdo para siempre ("ten cuidao cuando te eches palante, no vaya a ser que te caigas...") amenizaron la larga espera para que la cena estuviera lista. Una espera que mereció la pena porque, sinceramente, los cochinillos así están para chuparse los dedos. Aunque también aprendimos una valiosa lección: no comer cochinillo después de las 11 de la noche. Por último y para rematar, una tarta de 3 chocolates que puso la guinda a una maravillosa cena.
PD: Espero que repitamos pronto pero el cochinillo lo dejamos para las fiestas.
3 comentarios:
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El cochinillo relleno de empanadillas del cosme tiene que ser ya la leche....jejejeje
(Pelao pa'cuando vengas hay uno preparao)
el dia que aprendi a informar SIEMPRE de mis planes a mis amigos
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